unos que vienen, otros que se irán

La amistad puede ser tan destructiva como la enemistad. Yo prefiero quedarme con los recuerdos que construyeron esas relaciones.

¿En qué se debe basar una amistad? ¿Se debe basar en algo?
Exigencias y compromisos de los que a veces no podemos escapar. Ambas partes.

Las amistades van y vienen. Perdí a un amigo que no comprendía que otro amigo, al que conocía de menos tiempo, llegara a estar al mismo nivel que él.

Hace un año lo recuperé. Parecía imposible que todo volviera a ser como antes. Ahora lo es.

También he vivido como (casi) se rompen grandes amistades por culpa de los sentimientos.
Es un riesgo que se corre.
¿Existe la amistad pura y real entre un hombre y una mujer?

Allí me colé....

Entre administradores, mudanzas, pinturas y montajes se coló un taxista en mi vida.



Típico domingo soleado en Madrid que la gente se echa a la calle.
Yo no iba a ser menos y fui en busca de esa terracita que, junto a mi cervecita, daría un poco de color a mi vida.

Salí de casa fresca sin saber las consecuencias de ello.
Un poco escotada como el verano requiere.
Parece ser que al taxista no le gustó mucho porque hasta me ofreció su cazadora para taparme.
¡Pero si iba montada en el taxi!

Momento de ruegos y preguntas.
El hombre quiso elucubrar sobre mi vida. Y, él solito, llegó a la conclusión de que no era de Madrid. Lejos de querer aventurarse sobre mí, lo hizo.

¡Qué horror! Decidió que yo era la típica chica que había dejado en mi ciudad destrozado a mi novio (en este caso ya ex_novio).
Ni mi madre me echa esos rapapolvos.

¡Qué mala puede ser la indiscreción! ¿Y si yo me he venido a Madrid para huir de ese hombre que me amargaba la existencia?
¿Y si realmente lo he dejado y mi vida ahora no tiene sentido?

Al taxista eso le daba igual porque antes de bajarme de su coche, no se le olvidó recordarme que me pusiera el suéter que llevaba atado a la cintura.

¡Con lo mono que es mi canalillo!

Carta de Galileo a Copérnico.

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Querido Copérnico:

¿Qué gira alrededor de qué?
¿Es el Sol alrededor de la Tierra?
¿O es la Tierra alrededor del Sol?

No seré el único al que le surjan estas dudas.
Estalla el cataclismo. Lo importante es que se gire alrededor.
Entonces llega la paz y la calma.

No sabría por cuál de los siete pecados capitales decidirme.
Probablemente por el VIII
¡Qué malo es querer saber y no poder!
La curiosidad puede convertirse en un pecado capital.

Carta para Galileo. Año 2005

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Refresco la memoria. Página 38 de mi libro de Ciencias Sociales de 6º de EGB. La Tierra tiene dos movimientos: el de rotación y el de traslación. (Incluso me arriesgo a decir que un tercero. El de declinación)

El profesor se llamaba Ramón y todos los viernes nos hacía un examen de preguntas cortas. Sacaba siempre SOBRESALIENTE.

Esa nota se esfumó. Sin embargo, la lección permaneció.
Tan sólo tenía 10 años. Ahora con 26 me doy cuenta de que aprendí.
¡Qué malo es que se quebrante el eje sobre el que nos movemos!

Yo no seré como ellos. No mando a nadie a la hoguera.

JAMÓN, JAMÓN

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“Adiós guapa, que sigas tan simpática”
En el ascensor ya no se habla del tiempo.
Un montadito de jamón untado en tomate da para una conversación.
Mientras yo pensaba lo pesado que era el hombre del ascensor,
él creía que yo era amable y simpática.
¿Tan falsos somos?

A menudo hablo sola. Muevo los labios y mantengo diálogos en mi mente, dignos de cualquier debate.
Si no hubiera subido con el jamón, su despedida podría haber sido:
“adiós guapa, que sigas tan loca”
Por supuesto que lo de guapa lo mantengo.
Hoy voy de verde y me resalta los ojos.

Ni él era Javier Bardem ni yo Penélope Cruz.
Por cierto nunca lo he hecho en un ascensor.

¿Dónde habita el OLVIDO?

Se lo debo a alguien. Y me lo debo a mí misma.
Y se lo debe a sí mismo.
¿Se debe pedir un perdón?
O por el contrario ¿debe salir de la persona?
¿Qué ocurre cuando no sale de la persona y lo necesitas?
¿Qué ocurre si te lo piden y no eres capaz de perdonar?
¿En qué lugar queda el rencor? ¿Qué papel juega?

Se levanta cada mañana, como siempre, a las 8:30h.
Unos días se acuerda y otros no.
Unos días perdona y otros no.

Pero... como dice Sabina
“...Y la vida siguió,
como siguen las cosas
que no tienen mucho sentido,
una vez me contó,
un amigo común, que la vio
donde habita el olvido”

¿Habita el perdón donde el olvido? ¿Y el olvido donde el perdón?
Claramente, NO.

Táctica

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Si no viviésemos en una continua estrategia, ¿qué sería de nuestras vidas?
Conseguir lo que queremos ¿cómo hacerlo? ¿Todo vale?
Estrategia o táctica.

Una amiga me llamó hace una semana y toda seria me dijo: “he de empezar a saber decir NO”. Tendrá que planear una estrategia. En el fondo todos tenemos algo de asertivos. Unos más que otros. Me planteó que a mí me pasa lo mismo que a ella.

Lo mío es más complicado. Encontrar la táctica de la estrategia.
Pero nunca he sabido jugar al ajedrez.

“...mi estrategia es
en cambio
más profunda y más
simple
mi estrategia es
que un día cualquiera
no sé cómo ni sé
con qué pretexto
por fin me necesites.”
Benedetti

Del ostracismo al furúnculo

Furúnculo o forúnculo. He podido comprobar como de la cara puede surgir tal monstruo. Ya no es una cuestión de cánones de belleza. Es el dolor que puede llegar a provocar dicho elemento extraño.

Ostracismo. Siempre lo he relacionado con la política pero da igual, lo trasladaré a mi vida personal. Este fin de semana he intentado “condenarme” al ostracismo. Resultado: ni blanco ni negro. Lo único que he logrado con ello, es ese furúnculo que se ha generado en mí.

“La vida es lo que te sucede mientras te empeñas en hacer otros planes”. Qué razón tenía John Lennon!