sábado, abril 29, 2006

Carta escrita a mano

Hacía tiempo que tenía ganas de escribir pero el tiempo en el nuevo trabajo se emplea al 100%. Recuerdo otros programas en los que sí que tenía al menos media horita para poder pensar unas palabras y luego plasmarlas en el blog. ¡Oh no! Ha quedado quizás con cierto tono de melancolía y nostalgia. No! No! En absoluto

En este caso y conmigo aquello de “cualquier tiempo pasado fue mejor”, no pega. El otro día cuando vi a Sonia por los pasillos de T5, lo entendí todo. Esa cara de felicidad que ya no recordaba… eché la vista atrás y pensé ¿cómo un programa nos pudo amargar tanto? Ahora todo lo veo diferente. Esa tranquilidad mental por fin llega a nuestras vidas. Por fin desconectas al segundo de salir por la puerta del trabajo y sí, no tengo tiempo para escribir o hacer llamadas personales durante una hora, pero ¿y?.

Ahora tengo un ordenador portátil y podré escribir por las tardes y por las noches. Me daré de alta en una línea telefónica y podré pasarme todo el rato que quiera hablando por teléfono. ¡Con eso de que las llamadas nacionales no te las cobran!

De repente me he puesto a escribir de algo que no pretendía. Se han quedado muchos cadáveres por el camino pero en esta vida todo tiene un precio. Todos queremos salvarnos y la supervivencia es la regla número uno en el ser humano pero depende de cómo lo hagas, te quedarás o no en el camino.

Escribir… hoy he estado tomando un cafetito en una terracita. Solecito, amigas y puente en Valencia… muchos temas pendientes. Escribir… es una de las opciones para sentenciar. Eso haré. Escribir una carta. Una carta escrita a mano. Se echan de menos.

De esa carta pretendía hablar. Me parece que será otro día.