martes, agosto 22, 2006

La gente cuando nos ve dice que me parezco a ella porque las dos tenemos los ojos verdes pero realmente soy un calco de mi padre, físicamente, en forma de ser y en el carácter. Según pasan los años más me entiendo con él y sin embargo con ella es un choque tras otro. A pesar de todo muchas veces tengo comportamientos que de repente me horripilan porque actúo igual que ella cuando me saca de quicio. No tengo paciencia con ella, todo lo que me dice me molesta y le hablo mal, muy mal. Entonces cuando cuelgo, me arrepiento.
Tengo un problema.
Con todo lo expresiva y cariñosa que soy con la gente que me importa, tengo un problema con mi madre. Soy incapaz de decirle lo mucho que le quiero porque es verdad, a pesar de todo, le quiero un montón.

ser feliz con el amor

Siempre he creído en el amor, he creído en el matrimonio y he creído en todos los efectos colaterales del enamoramiento… pero no, ahora estoy convencida de que el amor se acaba en todas las parejas, que no tiene ningún sentido firmar un amor eterno porque todo termina y no con la muerte.

Las relaciones entre los seres humanos deberían ser mucho más fáciles que como las intentamos llevar. Vivir el momento apasionado, incluso empezar a compartir una vida juntos pero sabiendo que la historia tendrá un final, sabiendo que ese amor no perdurará hasta el fin de nuestros días. Y cuando acabe pues a volver a empezar, sin problemas, sin agobios y sin disgustos. Nuestras vidas serían ciclos amorosos y por ellos cada vez pasarían personas nuevas. Sería magnífico que todos lo viviéramos así, sin tapujos, sin tabúes. Ser fieles siempre pero con fecha de caducidad. Sólo así seríamos felices. Desgraciadamente creo que nadie vive el amor de esa manera.