jueves, septiembre 21, 2006

uno, due, tre...


Al mismo tiempo que la primavera y el otoño llega a El Corte Inglés, llega a mi vida la época de balances y nuevos propósitos. Por primera vez en mucho tiempo he cumplido con uno de esos propósitos. Aprender un tercer idioma.

Me he apuntado a italiano. Reconozco que soy un poco atrevida por decir “tercer” pero bueno daremos inglés por válido.

Sí, es verdad ¿para qué quiero aprender italiano? Hombre, en octubre me voy a Roma… por lo menos sabré pedir un capuchino. Hoy he hablado con el dueño de una pensión en la Piazza Navona… nos hemos entendido sobre todo porque él hablaba español. Yo sólo le decía, a las españolas “prezzio espeziale”. Se ve que en el arte del regateo no hay idioma… al final me ha rebajado 20 euros por noche.

Tengo ganas de empezar las clases. Iré los lunes y miércoles de cuatro a seis de la tarde al aula 7. Me apetece hacer exámenes, estudiar... es como volver a una buena época. Nos iremos a tomar lambrusco después del curso y haremos cenas de clase, como antaño.

Voy a ir con dos compañeros de curro. Somos tres personas totalmente diferentes, cada uno con una vida muy distinta. Es gente con la que sé que nunca tendré una amistad profunda y duradera pero esto será divertido.

Yolanda es madre de dos hijos, está casada con uno de los componentes de Tam Tam Go. Toda su vida ha trabajado con la Campos. Me llevo bastante bien con ella y me río mucho cuando habla. No sabría describirla, hay que conocerla. Cuando alguna abandone el barco llamado Ana Rosa, no tendremos más contacto que como mucho la típica llamada profesional cuando necesitemos algo. Este tipo de relaciones son sanas y me gustan.

Max como es famoso, no hay mucho que contar sobre él que no se sepa. Es majo y cercano. Ahora en italiano tendremos que llamarle Máximo. Tampoco sabré de él cuando esto termine. Seguro que dentro de un tiempo, como valenciano que es, Canal 9 le hará alguna oferta para presentar un programa. Es lo que tienen las autonómicas... buscan a alguien conocido de la tierra para dar prestigio a la cadena. Si ha quemado su etapa madrileña, se marchará. Ya le he dicho que cuando se vaya, que me lleve. Puede ser la oportunidad para volver a Valencia. Aunque para eso queda tanto…

Y mientras escribo esto, abro mil veces el correo y miro el móvil… pero nada de nada. Algunas personas además de aprender otro idioma, deberían ir a clases de educación.

4 Comments:

At 23:57, Blogger Galahan said...

Dios, lo de las clases de educación ¿dónde las dan?

(AHora toca como respuesta: donde las dan, las toman!!)

Me alegro de tus clases de italiano. Es una gran decisión.
Si ese hotel de Roma donde vas te convence, avisa y dile que "a tus amigos, prezzio especiale".

 
At 13:37, Blogger Andrea said...

Pues mira si te enteras donde las dan, te paso el teléfono del pintor y del seguro y se lo explicas tú... porque yo estoy harta de pelearme con la gente y ser yo la que al final pierde la educación.

 
At 18:24, Blogger maaldi said...

La única manera de conseguir que otra persona haga lo que quieres es hacerle creer que se va a beneficiar de alguna manera... pruébalo!

 
At 17:43, Blogger anTón said...

Estas relaciones tuyas me recuerdan a la mía con MA. Me alegro mucho que hayas vuelto al blog, y se te lee bien. Besos

 

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