viernes, noviembre 04, 2005

Siete estrategias metidas en siete botes de Nescafé II parte

El sábado al mediodía, exactamente, se vino una amiga mía a vivir a mi casa. Van a empezar las obras en la suya y se quedará por un tiempo en la mía. Realmente estará entre la mía y la de otra amiga, que por un mes, se ha ido a desintoxicarse fuera de Madrid, y le deja su casa.

La llegada de mi amiga supuso un cúmulo de bolsas en el salón de mi casa. La reunión de amigos comenzaba. Mientras mi amiga dormía y otras charlaban, yo me encargué de vaciar esas bolsas. Para mi sorpresa y descojone me encontré con SIETE botes de Nescafé. Las risas estaban servidas. ¿Por qué una persona tiene SIETE botes de Nescafé? Respuesta: cada vez que va al supermercado no se acuerda de si tiene café o no y compra un bote. Por eso, ahora mismo en el armario de mi cocina hay SIETE botes de Nescafé.

Lo que empezó como sobremesa, se alargó hasta las 4:30 de la madrugada. Llegaba el momento de analizar todas nuestras vidas e intentar buscar soluciones a nuestras historias. Para nosotras las soluciones siempre se convierten en estrategias (entrecomillaré gestualmente para que Antón se predisponga en contra de...).

Una de mis amigas tiene dos amantes. Con uno había quedado para el miércoles y con el otro para el martes. De pronto una llamada se convirtió en un problema. El del miércoles se adelantaba y llegaba a Madrid el martes. ¿Qué hacer si se solapan? Cambiar la cita del martes al domingo. Pero había que poner una excusa. Si dices que viene una amiga o una prima a tu casa, no es muy creíble, porque a un tío te lo metes en casa con una amiga. Pero nunca con una madre. Así que lo mejor era decir que esperaba la visita de su madre para el lunes y martes.

Cuál fue la sorpresa cuando la única solución que proponía el pequeño amante era quedar el lunes. Mi amiga sin pensárselo dos veces le dijo que sí. Pero él reaccionó pronto y dijo “pero el lunes ¿no está tu madre?”. La contestación rápida fue “convenceré a mi madre para que venga el martes”.

Al final después de tanto jaleo, el pequeño no podía ni lunes, ni martes y el otro se cayó de la escaleta para el martes. Ni uno ni otro.

Reuniones y cafés de cuatro días que terminaron en un bar de la calle Fuencarral. Entre risas, desvaríos y estrategias, alguien dejó sobre la mesa esa frase del post anterior.

¿Lo suficientemente claro? Je, je.

3 Comments:

At 17:22, Blogger maaldi said...

Me alegra comprobar que las clases de redacción de EGB (¿o cursaste la ESO?... es que eres tan joven) dejaron algún tipo de huella en tu masa gris... o rosa, porque siempre te ha gustado ser distinta.
Sin duda alguna a nivel de contenido e historia este nuevo post está cien mil veces mejor redactado que el anterior, eso sí, le falta chispa... no sé, contarlo con cierta picardía y sorpresa, no con el hastío de quien cuenta la misma historia por decimonona vez. Pero te lo perdonamos porque vas por el buen camino. Como diría tu profesora de quinto curso: Progresas adecuadamente.

 
At 17:36, Blogger Galahan said...

¡aaaaaah coño!
Ahora lo pillo...

Gracias!

Por cierto, lo del Nescafé si lo había entendido.
Pero... ¿ese amante "pequeño"? ¿Pedofilia? ¿Enanofilia? ¿Rollito freak? ¿Humillación del miembro viril?...

Es por girar la tuerca un poquillo más...

 
At 19:23, Blogger Andrea said...

en fin... pequeño porque es mucho más pequeño que ella, pero siempre mayor de edad.

Me alegro que ahora lo hayas entendido.

Menudo disgusto me habéis dado los dos!!!!!

Mark seré joven de alma, espíritu y físico pero no me pillo la ESO.

 

Publicar un comentario

<< Home