lunes, julio 18, 2005

Cuando no apetece trabajar...


Es verano. Preferiría estar en la playa descansando y torrándome al sol pero me toca estar en el trabajo. Y como yo, muchos más. Hoy he ido al banco y le ha tocado atenderme al chico de turno que no le apetecía trabajar.

Inepto e ineficaz. Y todo porque no quería hacer una llamada para cancelar mi cuenta. Pretendía, sin más, que fuera otro día. Hace falta ponerse seria y pegarle cuatro gritos para que el hombre haga su trabajo. No tengo explicación ante tal elemento.

Yo iba descansada. Un fin de semana tranquilo a mis espaldas. Había repuesto fuerzas y, por fin, podía levantarme pronto un lunes para hacer todos mis recados.

Se ha convertido en una mañana de estrés. Malhumorada he hecho un poco de balance sobre mi vida. Hace falta un par de cambios. El objetivo está marcado. Ojalá tenga la fuerza de voluntad para cumplir con él. Hay cosas que ya no llevan a ninguna parte. Y ni siquiera proporcionan el placer de antes.

1 Comments:

At 19:27, Blogger anTón said...

Cuéntame cuáles son esos dos cambios que tienes previstos...

 

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