lunes, mayo 07, 2007

A ver cuánto me dura

Yo siempre he sido de las que ha dicho que se quiere casar. Casar de blanco, por la Iglesia y con bodorrio. Sí, es algo que siempre he querido y no me importa reconocerlo a pesar de estar rodeada de gente que jamás se casaría y que ve las bodas una tontería. Bueno pues yo he sido así de tonta (o como lo queráis llamar) y esa era una de mis ilusiones. Pero ahora después de una racha de bodas… he decidido que no me quiero casar. Que paso.




Dos de las que fueran en un tiempo amigas mías inseparables eligieron casi la misma fecha para casarse. Fueron dos bodas muy diferentes... en una el morbo estaba servido y no defraudó... y en la otra el pasado estaba muy presente. Pero en fin, las dos sirvieron para encontrarse con viejos amigos.



La amistad muchas veces pasa por grandes baches que piensas que son insuperables pero cuando hay una base de cariño y de amor, los sentimientos reflotan. Todo era tan fácil como pedir perdón... pero cuando no te sale, no te sale y no por una cuestión de orgullo. Esa noche no sé porqué me salió y volví a casa llorando de la pena. Menos mal que aún quedan amigos de esos que te cogen el teléfono a las cinco de la mañana. Ahora toca esperar a ver como evoluciona todo.

2 Comments:

At 09:23, Anonymous Anónimo said...

No se puede estar más mona!! Oye, y qué te parece si te casas, nos casamos, nos amueblamos las casas, los electrodomesticos, ponemos lista de bodas, exponemos los regalos en la cama... Y damos vasitos de moscatel a las visitas!!! no???? ESTARIAS TAN GUAPA DE BLANCO...

 
At 12:05, Blogger Andrea said...

ME ENCANTA!!!! Pero la boda tiene que ser en italiano...

 

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